Existen diversos problemas en el habla que afectan a varias personas y que si no se tratan a tiempo pueden restar calidad de vida. Uno de estos padecimientos es la disglosia, un trastorno del lenguaje de tipo orgánico que se puede originar desde el nacimiento. Como el desarrollo del lenguaje es fundamental en los primeros años de vida, hoy te queremos contar cómo tratar esta enfermedad y cuáles son sus causas. Así que, si quieres aprender del tema, sigue leyendo o consulta nuestra Maestría en Logopedia y Trastornos del Habla. Con esta titulación conocerás los procesos neurológicos, fisiológicos y anatómicos usados para desarrollar el lenguaje y la comunicación y sus alteraciones.
Índice de contenidos
¿Qué es la disglosia?
La disglosia es un trastorno de origen no neurológico central y provocado por lesiones físicas o malformaciones de los órganos articulatorios periféricos. Estos padecimientos articulatorios que surgen en este padecimiento se deben a los cambios orgánicos.
Las investigaciones deducen que su origen es congénito, generalmente por malformaciones craneofaciales. Sin embargo, también puede ser adquirido por lesiones orofaciales, intervenciones quirúrgicas, trastornos de crecimiento o parálisis en los órganos responsables del habla.
Ejemplos de este trastorno
Como hemos dicho, la disglosia puede ser por un trastorno en uno o varios de los órganos que conforman el aparato que trabaja en la articulación de los sonidos y el habla.
Un ejemplo de ello es la alteración en la lengua, el paladar, los labios, la mandíbula o los dientes. Esto provoca que la persona no pueda pronunciar adecuadamente las palabras y que sus frases pronunciadas no sean fácilmente entendibles.
Por otro lado, las personas que tienen un tipo de parálisis, que afecta a uno de estos órganos o a la cara, también pueden desarrollar disglosia, ya que limita su capacidad de hablar.
Tipos de disglosia
Hay una clasificación que depende del órgano que se ha visto afectado y que es el que genera este trastorno del lenguaje. A continuación, te explicamos los tipos de disglosia que hay:
- Labial. Esta se debe a una alteración en los labios. Por ejemplo, con labio leporino, fisuras labiales o frenillo en el labio de arriba.
- Dental. Ya sea la forma del diente o cómo están distribuidos en la boca, hacen más complicada la correcta dicción. Las causas pueden ser genéticas o hereditarias, como derivadas de prótesis dentales, por mala alimentación o alteración hormonal.
- Mandibular. En este caso, las complicaciones para decir las palabras están en un mal posicionamiento mandibular. Si el pequeño se chupa el dedo o usa el chupete mucho tiempo puede provocar esta lesión.
- Lingual. La lengua es el órgano afectado que por su propia morfología lingual hace que sea muy grande o que haya una parálisis.
- Palatal. En esta forma de disglosia puede haber fisuras en el paladar o una malformación en el desarrollo de este que impide el correcto posicionamiento de los órganos relacionados con el habla.
Alteraciones más comunes
Hay dos deformaciones que aparecen en los bebés y los especialistas indican que puede ser por aspectos genéticos como factores de riesgo en los padres. Es decir, el consumo de algunos fármacos, alcohol o enfermedades, durante el embarazo, según dicen desde la Asociación Española de Logopedia, foniatría y audiología e Iberoamericana de Fonoaudiología (AELFA-IT).
El bebé puede desarrollar una de las dos o ambas anomalías y afectarán a diversas de sus funciones vitales. Estas son:
- Labio leporino o labio hendido. Es una alteración de la estructura labial, que aparece cuando el feto se está desarrollando.
- Paladar hendido o hendidura palatina.
Síntomas de la disglosia orgánica
Entre los síntomas de la disglosia encontramos los síntomas nucleares y los síntomas asociados. En la nuclear, los síntomas aparecen por una alteración en la articulación de los fonemas. Además, estos problemas se producen por malformaciones anatómicas de los órganos relacionados al habla.
Por otra parte, la sintomatología asociada muestra rinofonías. Esto significa que son alteraciones de la voz derivadas de lesiones que se generan en las cavidades de la resonancia. Además, este trastorno puede presentarse cuando existe retraso escolar, problemas en la lectoescritura, en la fluidez o hipoacusias.
¿Cómo intervenir con un niño con disglosia?
Para diagnosticar la disglosia en un niño se debe hacer una evaluación para identificar los problemas en la articulación de fonemas debido a la malformación orgánica. A la vez, el diagnóstico se puede reflejar en el estudio de la etapa infantil, dentro de la socialización. Por ejemplo, cuando hay rechazo en el momento de hablar con familia, amigos o en público, debido a la falta de fluidez verbal.
Ahora bien, el tratamiento dependerá de la clase de malformación que presente el pequeño. Sin embargo, en la mayoría de casos es necesario entrenar las funciones motoras y neurovegetativas, los órganos fonoarticulatorios y el entrenamiento en la articulación del habla. También, se puede mejorar con intervención quirúrgica que elimine la alteración que presenta.
Una de las terapias más usadas para la disglosia es la miofuncional. Esta consiste en la reeducación de los hábitos de deglución atípica, succión y respiración bucal. También, de los problemas de lenguaje o articulación, ya que tienen una incidencia directa y negativa sobre la dentadura, estructura óseas y musculatura de la boca.
Ejercicios para el trastorno orgánico
Según el tipo de disglosia que se tenga, podemos emplear los siguientes ejercicios:
- Ejercicios linguales: con estos ejercicios hay que jugar con la tensión y la relajación de la lengua. Así que, buscaremos trabajar la agilidad, la vibración y la fuerza para favorecer el alargamiento del frenillo lingual.
- Movimientos labiales: gracias a estos ejercicios trabajaremos el cierre labial. Para ello, haremos ejercicios de tensión y relajación para mejorar la velocidad de los labios.
- Velo de paladar: los ejercicios de velo de paladar nos permitirán jugar con la sensibilización y agilidad para gestionar la fuga nasal.
- Fortalecimiento de mofletes: los ejercicios con mandíbula y mofletes irán enfocados en la movilidad y fuerza para adquirir una buena musculatura y autocontrol.
En definitiva, con nuestra Maestría en logopedia podrás aprender a profundidad las diferentes causas, complicaciones, síntomas y tratamientos de este trastorno. No dudes en pedir mayor información sobre la titulación para que puedas especializar tus conocimientos de manera profesional.