En la actualidad, alrededor de un 10 % de la población mundial presenta algún grado de afección renal. Las causas son diversas, no obstante, el daño a los riñones puede prevenirse si se detecta a tiempo. En este contexto, la nefrología cobra real importancia, tanto en el estudio de los riñones como en su prevención, diagnóstico y tratamiento. En el blog de hoy, te contamos más sobre esta especialidad tan necesaria para nuestra salud renal.
Índice de contenidos
¿Qué es la nefrología?
Es una rama médica que estudia el funcionamiento y anatomía de los riñones. Entre sus funciones está prevenir la afección, difundiendo entre las personas los factores de riesgo y las medidas para evitar una enfermedad renal. También participa en el diagnóstico de la enfermedad y en el tratamiento.
A través de ella se estudian y cuidan los riñones: órganos que eliminan los desechos y el exceso de líquido en la sangre. Estos, forman parte del aparato urinario que participa en la producción y eliminación de la orina en tu cuerpo. Este tracto se compone de:
- Riñones: generan la orina.
- Uréteres: son dos tubos musculares delgados que van de los riñones a la vejiga.
- Vejiga: almacenamiento de la orina.
- Uretra: vía de salida de la orina al exterior.
¿Qué aspectos estudian los nefrólogos?
La función de los riñones es de los principales aspectos analizados por los especialistas en nefrología. Y, ¿en qué consiste su función? A continuación, te lo contamos.
Los riñones son dos órganos en forma de frijol con un tamaño aproximado de un puño. Se localizan debajo de las costillas, a cada lado de la columna vertebral. Cuando están sanos, filtran aproximadamente medio vaso de sangre por minuto, eliminan el exceso de líquido y los desechos para producir orina. Además, los riñones:
- Eliminan el ácido que generan las células corporales.
- Mantienen el equilibrio en la sangre entre agua, sales y minerales (calcio, sodio, fósforo y potasio). Sin este balance, los músculos, nervios y otros tejidos podrían no funcionar adecuadamente.
- Elaboran hormonas que contribuyen a controlar la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento óseo.
La nefrona
Cada riñón está formado por unidades de filtración que se llaman nefronas. Cada una está formada por un glomérulo con paredes muy finas que filtra la sangre, y un túbulo. Este es el responsable de eliminar los desechos y regresar los componentes necesarios a la sangre.
El mismo túbulo de la nefrona tiene un vaso sanguíneo que corre a su lado. Dicho vaso sanguíneo reabsorbe hasta el 99 % del agua con los nutrientes y minerales que el cuerpo necesita. El líquido adicional y los desechos que se quedan en el túbulo se vuelven orina.
Vías urinarias
La orina generada en el riñón pasa a la vejiga por medio de los uréteres. A pesar de que no puedes controlar el funcionamiento de los riñones, es posible controlar el vaciado de la vejiga. Esta acción se conoce como micción.
La uretra es un último tubo del tracto urinario y se localiza en la zona inferior de la vejiga. Permite que la orina salga de tu cuerpo durante la micción.
Circulación renal
La sangre fluye a través de los riñones gracias a la arteria renal. Esta es un gran vaso sanguíneo que se divide en otros cada vez más diminutos hasta que la sangre alcanza las nefronas.
Aquí, como se explicó antes, la sangre se filtra y luego fluye fuera del riñón por medio de la vena renal.
La sangre pasa por los riñones muchas veces diariamente. Se ha cuantificado que, cada día, se filtran alrededor de 150 cuartos de galón de sangre. De esta cantidad, solo 1 o 2 cuartos de galón se vuelven orina.
¿Qué enfermedades estudia la nefrología?
Dentro de la nefrología existen dos áreas de estudio específicamente importantes:
- La prevención y diagnóstico de la enfermedad renal crónica (ERC). En este campo, los expertos manejan los factores de riesgo cardiovascular y los niveles de azúcar en la sangre. Pues la hipertensión y la diabetes son las principales causas de la pérdida progresiva de la función renal.
- El fracaso renal agudo que significa la pérdida de la función renal de manera inesperada y rápida.
El nefrólogo tratará enfermedades como la nefropatía diabética, la proteinuria, la hematuria, la insuficiencia renal crónica o los cálculos renales. También se encarga de la hipertensión arterial asociada al riñón, las glomerulonefritis, la amiloidiosis renal o enfermedades renales de carácter genético.
En ocasiones, indicará efectuar una diálisis para suplir la función renal si existiera una situación de riesgo para el paciente. Hasta que los riñones recuperen sus funciones propias.
La nefrología participa o estudia en:
- La hipertensión arterial y el daño vascular.
- La presencia de sangre y proteínas en la orina (hematuria y proteinuria).
- Infecciones en la orina.
- Afecciones que generan cálculos en el riñón o producen inflamación.
- Enfermedades de otros sistemas u órganos que tienen un efecto renal.
- Seguimiento de la insuficiencia renal crónica (ERCA).
- Tratamiento de anemia, falta de bicarbonato o aumento de fósforo como resultado de una ERCA.
- Tratamiento de hemodiálisis y diálisis peritoneal.
- Atención antes, durante y después de un trasplante renal.
- Nutrición del paciente con ERCA.
- Biopsia renal y colocación de catéteres en venas para hemodiálisis.
- Tratamientos especiales de purificación de sangre como granuloaféresis, plasmaféresis, leucocitaféresis, etc.
¿Qué conocimientos se necesitan en nefrología?
En esta especialidad abarca un gran campo de la medicina y requiere del nefrólogo una formación sólida y amplia. No únicamente en su especialidad, sino también en las áreas con las que se relaciona estrechamente: cardiología, urología, endocrinología, digestivo, etc.
Es probable que tengas dudas acerca de qué especialista recurrir cuando se presentan problemas renales. Lo más sencillo es explicar que los urólogos se enfocan a los problemas estructurales de los riñones, vías urinarias y aparato reproductor masculino. Se especializan en litiasis (enfermedad crónica con presencia de cálculos en el aparato urinario) y cáncer renal.
Los nefrólogos no efectúan intervenciones quirúrgicas. Se centran en el diagnóstico de las afecciones propias del riñón que pueden generar una pérdida de su función. Además, previenen y tratan estas alteraciones por medio de tratamientos farmacológicos.
¿Cuándo se debe acudir al nefrólogo?
En general, es necesario acudir a un nefrólogo cuando tengas síntomas de patología renal como:
- Cansancio excesivo.
- Sangre en la orina o cambios en su color o densidad.
- Retención de líquidos.
- Disminución de peso y del apetito.
La nefrología y la urología dan respuesta a enfermedades que involucran a los riñones; se complementan para tratar de manera adecuada y eficaz las patologías que afectan el tracto urinario.
¿Dónde aprender sobre nefrología?
En la Escuela Clínica y de Ciencia de la Salud ofrecemos la Maestría en Nefrología, una titulación propia que sirve para complementar conocimientos profesionales y aprender a profundidad sobre esta especialidad.
A través de esta maestría, el alumnado podrá adquirir las competencias profesionales necesarias para profundizar en los conocimientos que se requieren en el ámbito de la nefrología. Por lo tanto, permite conocer los métodos de exploración, las alteraciones del equilibrio hidroeléctrico y equilibrio ácido – base, los trastornos del aparato urinario, la insuficiencia renal, las enfermedades vasculares, las enfermedades hepáticas e infecciosas, entre otros conceptos.
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