Las madres primerizas suelen estar especialmente preocupadas por este proceso, y no es de extrañar. Existen verdades y mitos de la lactancia materna que rodean esta etapa tan importante en la nutrición del bebé y que pueden generar dudas. En este blog, exploraremos qué es, qué tipos existen y cuáles son algunos de los mitos más extendidos y que más confusión generan.
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Índice de contenidos
¿Qué es la lactancia materna?
La lactancia materna puede considerarse como el acto de alimentar al bebé directamente del pecho de su madre. La leche materna es el alimento perfecto para los recién nacidos, puesto que contiene todos los nutrientes que necesita para lograr un crecimiento y un desarrollo saludables. Además, la lactancia materna proporciona beneficios tanto para la madre como para el bebé, fortaleciendo el vínculo emocional entre ellos.
Sin embargo, aunque se trata de un proceso elemental en la etapa de desarrollo del bebé, cabe tener en cuenta que no existe un único tipo de lactancia materna. A continuación, te detallamos cuáles son los principales de ellos; ¡toma nota!
Tipos de lactancia
Existen diferentes tipos de lactancia que se adaptan a las necesidades y circunstancias de cada madre y de cada bebé, lo que desmonta algunas de las verdades y mitos de la lactancia materna que veremos más adelante. Las opciones más habituales o la clasificación más usada que podemos emplear divide este proceso en tres tipos distintos:
- Lactancia exclusiva. Es aquella en la que el bebé se alimenta exclusivamente de leche materna, sin recibir ningún otro alimento o líquido, excepto los suplementos vitamínicos que pueda recomendar el pediatra.
- Lactancia mixta. Consiste en combinar la leche materna con fórmula infantil. Esta opción puede ser útil cuando la madre necesita complementar la alimentación del bebé o cuando no puede amamantar en determinados momentos.
- Lactancia indirecta. Esta se refiere a la extracción de la leche materna y su posterior administración al bebé mediante biberón o taza. Esto permite que otra persona pueda alimentar al bebé cuando la madre no está presente.
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Verdades y mitos de la lactancia materna
A continuación, veremos algunas de las verdades y mitos de la lactancia materna más extendidos. Desmontaremos aquellas falsedades que tanto camino han recorrido y tanta desconfianza generan en muchas madres. Prepárate para tomar nota de algunas de ellas.
“La leche materna no es suficiente para alimentar al bebé”
¡Esto es completamente falso! La mayoría de las madres producen la cantidad de leche necesaria para satisfacer las necesidades de su bebé. La producción de leche se regula según la demanda del bebé, por lo que cuanto más se amamanta, más leche se produce.
“La leche materna contiene todos los nutrientes que el bebé necesita”
Así es. La leche materna es un alimento completo y equilibrado que proporciona todos los nutrientes esenciales para el crecimiento y el desarrollo del bebé durante los primeros meses de vida. Además, también contiene anticuerpos que le ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y le protegen de enfermedades.
“Amamantar duele”
La lactancia materna, al contrario de lo que se piensa, no debería ser dolorosa. Es posible, eso sí, experimentar algunas molestias durante los primeros días mientras la madre y el bebé se adaptan a la técnica de amamantamiento. Sin embargo, si la madre siente dolor persistente o tiene problemas con el agarre del bebé, es recomendable que busque el apoyo de un especialista en el ámbito.
“La lactancia materna fortalece el vínculo emocional entre madre e hijo”
El contacto piel con piel y la alimentación directamente del pecho fortalecen el vínculo afectivo entre la madre y el bebé. Durante la lactancia, se liberan hormonas que generan sensaciones de bienestar y felicidad en ambos. Además, el amamantamiento es un momento de calma y conexión que favorece el desarrollo emocional del bebé.
“No se puede amamantar a un bebé si se tienen los pechos pequeños”
El tamaño de los pechos no determina la capacidad de producir leche. La producción de leche está relacionada con la estimulación adecuada de los pechos a través de la succión del bebé. Tanto los pechos grandes como los pequeños pueden producir suficiente leche para alimentar a un bebé.
Estos son solo algunos ejemplos de verdades y mitos de la lactancia materna. Cada experiencia es única y puede variar. Por ello, es importante disponer de la información necesaria para poder gestionar esta etapa, así como del apoyo de profesionales de la salud y especialistas que puedan resolver cualquier duda o dificultad en el ámbito.
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