El amor propio y la autoestima sólida son las claves para lograr mayor estabilidad mental y emocional y para formar relaciones duraderas. Sin embargo, poco se habla de cómo construir y mantener fuertes estos aspectos y la importancia de saber que nosotros mismos somos nuestro amor verdadero. Por eso, en el blog de hoy te contamos cómo amar lo que está dentro de ti y las maneras de dedicarle el tiempo que se merece el cuidado propio. Así que, sigue leyendo y empieza a tomar acción.
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Relación entre amor propio y autoestima
Aunque el amor propio y autoestima están muy relacionados, no significan exactamente lo mismo. Te explicamos un poco: la autoestima se forma a partir del valor que le damos a las distintas áreas de nuestra vida. En cambio, el amor propio involucra más la aceptación incondicional de nuestra persona. Seamos quien seamos, hagamos lo que hagamos, amarnos y respetarnos nos libera. Pero esto no quiere decir que nos tengamos que sentir superiores a los demás, al contrario. Cuando tenemos una autoestima y amor propios suficientes, no necesitamos compararnos con los demás. Y aquí entra un aspecto importante: no nos validamos a través de las dificultades o éxitos ajenos, ni dependemos de las emociones y juicios de los demás.
¿Cuándo se pierde el amor propio?
Para los psicólogos profesionales la falta de amor propio se hace notar, en cierta parte, cuando alguien tiene sentimientos de inseguridad, soledad, miedo, enfado, vergüenza o culpa. Debido a ello, las personas no saben poner límites, permiten el maltrato emocional, psicológico y hasta físico, en los peores casos.
Por lo tanto, si somos de los que posponemos planes de nuestro agrado por compartir solo los gustos u opiniones de otros, no estamos en el camino indicado del amor propio.
Pero, ¿cómo empezar a amarnos y ser coherentes con las cosas que queremos realizar? A continuación, te damos algunas claves.
Una de ellas es entender cómo funciona nuestra psique, la percepción que tenemos de nosotros mismos y los factores que influyen en nuestro estado de ánimo. Con nuestra Maestría en Salud Mental puedes desarrollar habilidades de terapeuta y comprender los conceptos básicos de la conducta, el pensamiento y la personalidad. Con esto podrás trabajar el autoestima y ayudar a otros con problemas psicológicos a que logren mayor bienestar emocional y calidad de vida.
¿Cómo construir un amor propio y autoestima fuerte?
Uno de los primeros puntos para construir una autoestima fuerte es elegir los retos que potencien nuestras fortalezas y limen nuestros puntos débiles. Estos desafíos deben pedirnos un esfuerzo que no represente el sacrificio de nuestra vida, pero que sean pequeñas metas intermedias que nos aporten satisfacción alcanzarlas.
Por otro lado, movernos y hacer ejercicio nos ayudará a recibir la gratificación de tener un buen aspecto exterior e interior y de paso, echarle una mano a nuestra autoestima.
Otro aspecto importante es que la autoestima no solamente nos da una idea de quienes somos, sino también de quienes somos frente a los demás. Por eso, muchas veces, nuestros amigos, familiares, enemigos y conocidos condicionan el ángulo con el que nos percibimos. Aquí es fundamental saber calibrar y prestar la atención necesaria a las opiniones que nos aportan y dejar de lado aquello que no nutre nuestras raíces fuertes y positivas.
Acciones para hacer crecer el amor propio
Son muchos los beneficios de desarrollar nuestro amor propio: mayor bienestar, felicidad, conectar con nuestros vínculos, expresar nuestras emociones, mayor estabilidad emocional, saber poner límites, etc.
Suena bien, ¿cierto? Todo esto requiere tiempo e incluso acudir a terapia. De todas formas, aquí te dejamos algunos consejos para que inicies el camino al amor propio, el cual te llevará a una autoestima sana y a una salud mental estable.
Aprender a pedir ayuda
Ser autosuficientes todo el tiempo puede frustrarnos y alejarnos de nuestros seres queridos. Tener amor propio implica saber pedir ayuda y dejarse cuidar.
Cuando vemos cómo nuestros más allegados nos muestran su apoyo y calidez, somos más conscientes de la importancia que tenemos para las otras personas.
Somos nuestra prioridad
No podemos dejarnos al final de la lista de prioridades o todos pasarán por encima nuestro. Debemos aprender a observar en nuestro entorno, aquellas situaciones o personas que están tomando mucha energía de nosotros y destruyen nuestro amor propio. Hay que pensar en cambiar las cosas y alejarnos de lo que nos proporciona malestar.
Además, debemos entender que nosotros somos lo más importante que tenemos en nuestra vida y que nosotros somos los únicos responsables de proporcionarnos la felicidad y amor que merecemos. Mientras más nos tengamos como primeros en la lista, más amor y respeto nos ofrecerán los demás.
Bajemos las exigencias
A veces esperar lo imposible de nosotros hace que sea más sencillo atacarnos y sentirnos culpables por no alcanzar las cosas que planeábamos.
Lo ideal es ponernos metas alcanzables, que podamos ir cumpliendo poco a poco, para sentir que avanzamos. Hacerlo a nuestro ritmo y aplaudir nuestros progresos nos ayudará a ir construyendo nuestros objetivos de manera optimista.
Aprender a conocernos
Conocernos y saber qué queremos en todo momento es esencial. Distinguir nuestras fortalezas y debilidades nos ayudará a saber desde qué punto partimos y cómo vamos mejorando. Así que, siempre hay que estar descubriendo qué es lo que más nos gusta, qué necesitamos y cómo nos sentimos, para nosotros mismos darnos todo eso.
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