La divina proporción es un concepto que surgió en el mundo de las matemáticas y se ha extrapolado a la geometría, el arte y, posteriormente, a la estética. Pero, ¿cómo se aplica en medicina estética? Existen muchas normas y pautas para conocer cómo se define la belleza a partir de este medida. Te contamos qué es y para qué sirve en el área de la estética: ¡quédate con nosotros!
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Índice de contenidos
¿Qué significa la proporción áurea?
La divina proporción también se conoce como proporción áurea. A lo largo de los años ha recibido una amplia variedad de nombres, desde sección áurea, razón áurea o número áureo. Pero, ¿qué es exactamente la divina proporción?
Sus orígenes los encontramos en la Italia del siglo XVI. El matemático Leonardo Pisano descubrió la sucesión de Fibonacci, una serie numérica que sostiene que la suma de dos números consecutivos siempre tiene como resultado el número siguiente. La serie numérica de Fibonacci es: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, etc. Un ejemplo sería 1+1=2 o 13+21=34, como puedes comprobar en la serie numérica.
¿Cómo se aplica la divina proporción en el cuerpo humano?
Igual que la divina proporción dio el salto hacia el ámbito artístico, pronto lo hizo también hacia la estética y el cuerpo humano. Podemos medir la relación entre partes del cuerpo en función de esta proporción. Existen zonas de nuestra anatomía que se dividen por la razón áurea: cara, cabeza, manos, dedos, pies…
Algunos ejemplos de la proporción áurea en el cuerpo humano son:
- La altura del cuerpo corresponde siete veces a la altura de nuestra cabeza.
- El ancho de nuestros hombros es tres veces el ancho de la cabeza.
- La distancia de la cadera hasta los pies es de cuatro cabezas.
- La altura del tórax es de cuatro cabezas.
- Los ojos están situados en el punto medio entre la parte más alta de la frente y el mentón.
¿Para qué sirve la divina proporción en medicina estética?
Aunque la belleza es relativa y subjetiva, los ideales se basan en el análisis del equilibrio, es decir, en la armonía del cuerpo y del rostro. Esto es lo que nos permite distinguir aquello bello de lo que no lo es. Los tratamientos de medicina estética se enfocan en mejorar la armonía del rostro de una persona.
En este sentido, algunas de las medidas y/o relaciones que se tienen en cuenta incluyen las mencionadas anteriormente, pero también otras más específicas para la estética facial como:
- Una línea recta que sube de las comisuras de la boca coincide de manera exacta con las pupilas.
- La proporción superior de las orejas coincide en línea recta con las cejas, y la porción inferior lo hace con la base de la nariz.
Todas estas relaciones de medida se aplican a la hora de diseñar tratamientos estéticos. El objetivo de la cirugía estética, por ejemplo, es conseguir esta armonía y mantener las relaciones proporcionales entre las partes de nuestro cuerpo y cara. Por ello, la proporción áurea tiene numerosas aplicaciones en medicina estética.
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